Prohibir los coches convencionales |
Estamos inmersos en una época de transición, una época donde todo lo que sea contaminar está mal visto y empresas, gobiernos y la gente en general se preocupa por la contaminación y el medio ambiente, aunque sólo sea un poco. Y quien no se haya dado cuenta o bien está ciego o simplemente no quiere verlo. En el mundo de los coches, el tema está muy candente. Tesla está en boca de todos con sus coches eléctricos, sus puertos de recarga por todo el mundo o sus baterías para hogar que tanto repelús dan a las eléctricas españolas, los fabricantes están siendo investigados gracias al escándalo que se desató con los motores ‘trucados’ de Volkswagen y en nuestra piel de toro, sobre todo los que vivimos en la capital, hemos visto ‘medidas’ varias contra los excesos de la contaminación.
Con todo este panorama la noticia que llega desde Noruega pone los pelos de punta: han acordado prohibir la venta de coches con motor convencional, aquellos que emplean combustible fósil, a partir de 2025. En realidad, deberíamos decir que la propuesta está sobre la mesa pero faltan mucho cabos por atar y muchos problemas por resolver y cuando digo muchos, son muchísimos. Se trata de una decisión sin precedentes que incluye a los principales partidos políticos del país nórdico, una de las medidas más agresivas para terminar con las emisiones contaminantes en un país que se coloca como uno de los mayores exportadores de petróleo. Curioso, ¿eh?
No obstante, no es oro todo lo que reluce y tras la información que publicada por el periódico noruego Dagens Næringsliv, el gobierno de coalición ha salido a proyectar luz sobre el asunto:
‘El gobierno y sus aliados están de acuerdo en dar un paso más hacia una sociedad de bajas emisiones, pero no se ha hablado de prohibir los vehículos diésel y gasolina en 2025, como podría parecer tras lo publicado en Dagens Næringsliv. Los partidos solo han acordado poner objetivos numéricos sobre cuántos coches de cero o bajas emisiones debería haber en Noruega en 2025 para cumplir con los objetivos sobre cambio climático. Todavía no hemos llegado a un acuerdo sobre cómo hacerlo’
Vamos, que no se van a prohibir los coches de gasolina o diésel dentro de unos 10 años, es un problema cuya solución se torna negra como la noche. Habría que diseñar y desarrollar toda una serie de incentivos para la compra de vehículos sin emisiones y toda una serie de medidas para el achatarramiento de los coches con motores de combustión, aunque Noruega es uno de los países mejor colocados para este objetivo ya que sólo en 2015 vendieron un total de 25.779 coches 100% eléctricos mientras que en España solo alcanzamos los 2.342. El 17% de las ventas corresponden a vehículos eléctricos.
Aún y así, Noruega tiene un escollo muy importante, enorme, gigante; el 40% de su PIB proviene del petróleo. ¿Como un país principal exportador de petróleo puede conseguir sacar los coches con motor convencional de sus carreteras? El reto no es precisamente pequeño ni mucho menos fácil.
Por último, y de estos sólo nos acordamos los aficionados, ¿que pasaría con los vehículos clásicos e históricos? ¿Los propietarios de este tipo de coches tendrían que llevarlo al desguace? Se supone que son una parte de las historia, una parte importante además cuando el automóvil es una de las industrias más grandes y poderosas, que más trabajo crea y que mayores logros ha conseguido en el mundo.
De momento es sólo una propuesta, pero otras regiones como París ya tienen listas sus medidas como la prohibición de circular a los coches diésel con más de 20 años por diferentes lugares de la ciudad y se lleva rumoreando desde comienzos de año que Madrid podría hacer lo mismo a partir de 2020.
Via - frenomotor.com
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